La bodega de Magallón propone un recorrido muy ameno y divertido con “Tempranilla”, un racimo de uva que tiene vida propia y que da a conocer cada domingo el proceso de elaboración del vino.
Los domingos tienen sabor a vino de manera muy especial en Bodegas Ruberte. Pequeños y mayores pueden conocer de mano de “Tempranilla” el proceso de elaboración del vino en esta bodega de Magallón de una manera amena y divertida. “Tempranilla” es un racimo de uva con vida propia, que siempre ha sido muy curiosa desde que estaba en la viña colgado y que, de un salto, logró escaparse de convertirse en vino para ahora explicar a los visitantes de Bodegas Ruberte cómo se hacen aquí los caldos. En un recorrido por las bodegas, “Tempranilla” va indicando los tipos de uvas, la función de las diferentes máquinas y barricas, los procesos por los que pasa la uva hasta que se convierte en vino, el cementerio de las botellas o cómo se elaboran los corchos, entre otros detalles. Una vez acabada la visita es el momento de los juegos, tanto para pequeños como para mayores. En una carpa instalada a la entrada de Bodegas Ruberte, los niños y niñas podrán jugar a “Ensalada de uvas”, “La carrera de las uvas”, “Vendimias y cepas” y “Los racimos”. Por su parte, los papás y mamás tendrán juegos como “El pañuelo”, “Vendimiadores, pájaros y uvas” o “Las uvas resbaladizas”. La gerente de Bodegas Ruberte, Susana Ruberte, se muestra muy satisfecha con esta iniciativa. “En la bodega siempre tratamos de realizar actividades innovadoras que, además, sean divertidas y donde pequeños y mayores disfruten y aprendan el proceso de elaboración del vino que con tanto cariño elaboramos”. Para asistir a estas visitas en familia sólo hay que llamar al teléfono 976 858 106 o mandando un correo electrónico a info@bodegasruberte.com. El precio de la visita es de 10 euros por persona y está pensada para un grupo mínimo de diez personas